El amor qué me pertenece es mi duda.
Mi yo inexistente no posee dimensión alguna qué lleve a acceder a ese universo consciente de integracion qué permite aúnar las dimensiones sobrenaturales que lleva a que la vida de incoherencia sea transparente y permita ver el lago infinito de consciencia que es el universo que permanece oculto si no amas.
Y, entonces el amor es un estallido desatado de mística qué te lleva a tocar con los dedos del alma, ahíto en tus entranyas, sublimando los deseos con sutil perseverancia del qué alcanza como cierto aquello qué no se alcanza sólo si el corazón tierno desgarra el vientre y se avalanza como un uníverso poético iracundo de flores qué soslayan el amanecer del verbo.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen.
Es delicado como una canción de amor.
sábado, 3 de mayo de 2008
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